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| Fuente: Servicios de Salud-PUCP |
En el 2003, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y la Organización Mundial de la Salud (OMS), acordaron el establecimiento del Día Mundial de la Prevención del Suicidio cada 10 de septiembre, con el objetivo de hacer consciente a la población de que el suicidio puede prevenirse.
El suicidio es un problema grave y de afección global, sobre todo para el ámbito familiar. Se estima que cada año se suicidan casi un millón de personas, una tasa de mortalidad global de 16 por 100,000, o una muerte cada 40 segundos. Además, el suicidio es una de las tres primeras causas de muerte entre el grupo de personas de 15 a 44 años y la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años, lo que evidencia que el grupo de mayor riesgo es el de los jóvenes.
A pesar del establecimiento del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, la intervención de algunos países respecto al problema sigue siendo deficiente, pues es necesaria la sensibilización de la población y su capacitación para atender conductas de riesgo que puedan llevar a una persona a decidir quitarse la vida.
La conmemoración de este día nos recuerda la importancia de estar pendientes de nuestros seres queridos, pues pueden estar viviendo una etapa emocional difícil que podría llevarlos a tomar la decisión de acabar con su vida.
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