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| Foto: AFP |
A partir de la retirada de las tropas aliadas que se
encontraron estacionadas en Afganistán por varios años, el talibán ha
aprovechado este movimiento para incrementar su poder e influencia en el país; es así que las preocupaciones de varios ciudadanos afganos se volvieron realidad,
esto a pesar de que los gobiernos de Estados Unidos y Afganistán aseguraban de
que las Fuerzas Armadas y policiales del país podían mantener a raya a los
talibanes.
Debido a esto, el grupo paramilitar logró asentar un golpe importante
contra el gobierno al capturar una capital provincial estratégica, Zaranj
capital de Nimroz, con la que han sumado ya cinco ciudades desde que las tropas
de Estados Unidos y otros miembros de la coalición abandonaron el país en un intento
de dar fin a un despliegue militar que, de acuerdo con el gobierno estadounidense,
solo causó varias bajas militares sin concretar realmente ningún objetivo, lo
que llevó a un importante gasto militar por varios años.
Derivado de estos hechos que no han sido capaces de contener
las fuerzas de seguridad afganas, la enviada especial para Afganistán en la ONU
externó su amplia preocupación por la guerra que afronta el país de Medio Oriente; la rápida escalada del conflicto está en su “fase más mortífera y destructiva”, dando como resultado un lamentable saldo de
más de mil civiles muertos en julio.
Aunado a esto, los reportes confirmaron que la ciudad prácticamente
fue tomada sin ninguna resistencia lo que deja entre ver que las fuerzas
afganas realmente no se encuentran tan capacitadas para contener el problema,
esto a pesar de contar un entrenamiento, equipo y financiamiento de la coalición
internacional que lideró Estado Unidos. Para agravar más la preocupante situación
en el país, recientemente el grupo asesinó al portavoz del gobierno afgano en
Kabul, lo que dejó un contundente mensaje contra el gobierno.
El rápido avance que han tenido los talibanes forma parte de una estrategia que requirió la salida de la Coalición de territorio afgano, siendo así que a partir de mayo el grupo comenzará a mostrar una mayor actividad después de una contención. Entre sus primeras muestras de retomar el territorio que perdieron por las fuerzas aliadas, perpetraron un atentado con una escuela exclusiva de niñas donde el sangriento resultado dejó 50 personas fallecidas.
No obstante, su más grande operación se ha mantenido a raíz
del abandono por parte de las tropas estadounidenses. de la base aérea de Kandahar,
a partir de ese punto de inflexión los talibanes escalaron sus operaciones de (re)conquista,
siendo sus primeros objetivos las provincias de Wardak y además de controlar el
puesto fronterizo de Shir Khan Bandar. Debido a esto, las embajadas de Estados Unidos
y Reino Unido (principales aliados del gobierno) exhortaron a todos sus
conciudadanos a abandonar el país de la forma más pronta posible a través de
los vuelos comerciales.
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