Imagen: Francisco Olea |
"La cámara no me favorece", "mi rostro es asimétrico", "¿de verdad me veo así?". Casi todos hemos pasado alguna vez por la extraña sensación de mirarnos en fotos y no encontrar a la misma persona que observamos todos los días frente al espejo.
Algunos investigadores incluso hacen uso del término selfitis, que es la obsesión por tomarse fotos uno mismo y publicarlas en redes sociales. Sin embargo, muchos de aquellos autorretratos son eliminados en el proceso de decisión sobre qué fotografía plasma de manera más estética a la persona retratada. Muchas veces el no encontrar dicho resultado puede generar disgusto o insatisfacción, sentimientos para los que la ciencia tiene una explicación:
Principio de familiaridad o de mera exposición
Este particular efecto psicológico fue enunciado hace medio siglo por el psicólogo social polaco Robert Zajonc, el cual afirma con investigaciones que con la exposición repetida, aumenta el agrado ante un determinado estímulo. Eso podría explicar por qué nos gusta la imagen que vemos de forma cotidiana en el espejo: de frente, mirándonos fijo y desde la altura de nuestros ojos, a una distancia reducida, con algo de movimiento, en tres dimensiones y con un feedback inmediato, en función del cual podemos modificar esa imagen.
Se llevó a cabo un estudio para poner a prueba la influencia de este efecto en la predilección por ciertos alimentos. Consistió en dar a probar a un grupo de estudiantes varios zumos tropicales que hasta ese momento no conocían. Algunos los probaron cinco veces, otros 10 y otros 15. Cuando se les preguntó cuál les gustaba más, se detectó una clara tendencia a juzgar como más positivos los que más veces habían bebido. Los mismos resultados se han obtenido en investigaciones sobre la atracción interpersonal. Cuanto más a menudo vemos a una persona, más simpática nos parece y más se vuelve de nuestro agrado su presencia.
Otro estudio publicado en una revista especializada de 2008 por científicos estadounidenses comprobó que, en realidad, nos consideramos más guapos de lo que en realidad somos.
Se realizó un experimento en el cual básicamente se ofrecieron a los participantes diversos retratos de sí mismos, de los cuales algunos estaban retocados de manera que su aspecto luciera "mejorado". Cuando se les pidió que escogieran la imágen que creían que los reproducían con mayor fidelidad, la mayoría de las personas eligió las fotos retocadas. Con fotografías de amigos suyos se consiguió el mismo resultado, cosa que, en cambio, no sucedió con retratos de extraños. De acuerdo con los investigadores, esa actitud mostró correlación "con medidas implícitas de autoestima y no con medidas explícitas, lo que es coherente con la idea de que se trata de un proceso relativamente automático y no voluntario".
Según El Diario, ante el espejo uno puede posar y moverse de forma que el reflejo se parezca lo más posible a su positiva autopercepción, es decir, a lo atractivo que -de forma inconsciente- cree que es. Las fotos no ofrecen esa posibilidad, y allí se puede encontrar otra de las razones por las cuales gustan menos.
Trastorno dismórfico corporal (dismorfofobia)
Se produce cuando una persona se obsesiona con uno o varios defectos físicos suyos, que en realidad son muy pequeños, imperceptibles o incluso inexistentes. Este desorden psicológico también se conoce de forma coloquial como "síndrome del espejo". Como sabemos, frente al espejo es más sencillo eludir la visión del supuesto defecto, algo que en una foto puede resultar complicado o imposible.
Además, en palabras de un artículo de la revista biomédica Med Wave, durante la pubertad los cambios físicos y de la apariencia se convierten en objeto de sufrimiento, pues "a veces estos cambios no están acorde al de los otros miembros del grupo, lo que genera un sentimiento de no pertenecía al mismo (pubertades tempranas o tardías), así la imagen pasa a tener importancia máxima entre el grupo de pares".
El mismo documento hace mención de la imagen corporal y de cómo los medios nos hacen modificar nuestra percepción de la belleza, donde las y los adolescentes pueden ser el sector con mayor riesgo:
La tecnología muestra modelos que cada día influencian el desarrollo de los adolescentes, ya sea a través de páginas de internet como Fotolog® o programas de chat, en donde se exponen representantes idealizados de belleza que en su gran mayoría corresponden a individuos frágiles que quieren alcanzar y que no pueden. Es así que el adolescente famoso de hoy expone imágenes con mayor erotismo y contenido sexual para atraer a su grupo de pares hacia éstas páginas, lo que lo expone a riesgos. Entonces existe un cambio en los prototipos del exitismo, la perfección y los ideales de belleza. Los medios de comunicación juegan un rol importante a través de la publicidad engañosa, ya que proyecta la búsqueda del éxito y la felicidad a través del cuerpo perfecto, que muchas veces resulta poco saludable.
Perspectiva fotográfica
El sitio Quora tiene un espacio en el que se dialogó sobre este tema con las preguntas iniciales "¿Cómo nos vemos realmente? ¿Espejo o cámara? ¿Y por qué cuando nos tomamos una foto salimos invertidos? ¿Eso hace que nos veamos más feos?". El usuario "Jota", ex estudiante de fotografía y laboratorio fotográfico, compartió a través del sitio interesantes explicaciones:
"Jota" vía Quora Observa esta cara: parece bastante simétrica, pero si después de mirarla durante un rato y acostumbrarnos a ella le damos la vuelta, la veremos rara. Por ejemplo, es posible que nos parezca que tiene el ojo izquierdo (para nosotros, derecho para él) más levantado que el otro, sin embargo, con la primera foto no lo habríamos dicho. Eso es debido a la costumbre de verla de una forma y luego cambiar, exactamente igual que como sucede con una foto y un espejo. Si miramos una superposición de ambas fotos podemos apreciar otras asimetrías, aunque sea una cara muy simétrica: el pelo, la altura y posición de los hombros… y en general la cara nos parece algo artificial.
Fuente de la foto original: Download Portrait Of White Man Isolated for free | Fotos modificadas: Jota Benítez |
El fotógrafo también compartió la importancia de los objetivos fotográficos en la imagen final de un retrato:
El objetivo de una cámara de teléfono por lo general es un angular o gran angular que exagera las facciones, más cuanto más cerca de la cámara estemos. Un espejo plano normal, como los que tenemos en las paredes de nuestra casa, no hace eso. Si observamos una a una esta sucesión de fotos tomadas con diferentes objetivos notamos cambios, pero no muy acentuados entre uno y otro. Sin embargo, si miramos directamente la primera y la última nos parecen distintas personas con la misma ropa.
"Jota" vía Quora |
Según cifras publicadas por La Tercera basadas en los registros de la Subsecretaría de Salud Pública, las atenciones con especialistas en salud mental del sector público por problemas psicológicos relacionados con la apariencia física aumentaron 68% entre 2014 y 2018, siendo el 84% de los casos del género femenino.
Recordemos que las redes sociales no siempre muestran la realidad y que, como vimos aquí, hay muchos factores que alteran nuestra percepción. Quizás no somos tan guapos como tendemos a pensar, pero tampoco somos tan feos como solemos observarnos en algunas fotos. Amemos nuestros cuerpos tal cual son.
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