Foto por: Country Flags. https://www.countryflags.com/en/china-flag-image.html
Este lunes, los Estados Unidos emitieron restricciones a las visas de funcionarios chinos sospechosos de llevar a cabo abusos a los derechos humanos.
La medida toma lugar en el último mes de la administración Trump en la Casa Blanca y se suma a las recientes restricciones a miembros del Partido Comunista Chino y sus familiares emitidas a principios del mes de diciembre.
El Secretario de Estado, Mike Pompeo, declaró que las nuevas medidas afectan a funcionarios sospechosos de ser responsables o de haber sido cómplices de reprimir grupos religiosos, grupos étnicos minoritarios, disidentes, entre otros.
“Los gobernantes autoritarios de China, imponen restricciones draconianas a las libertades de expresión , religión o credo y al derecho de libre asociación. Los Estados Unidos han sido claros en que los perpetradores de violaciones a los derechos humanos no son bienvenidos en nuestro país,” declaró Pompeo.
Las sanciones llegan en un punto en el que las relaciones entre Washington y Beijing están en uno de sus puntos más bajos en décadas. Ante este panorama, la administración de Biden tiene un enorme reto por delante para sacar a flote las relaciones entre ambas naciones.
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