Esta
semana el secretario general de la Interpol, Jürgen Stock, lanzó una
advertencia a 194 países, los cuales deben de mantener una red de vigilancia,
tanto física como virtual contra el crimen organizado en sus territorios, pues
pueden tener como objetivo el hacerse con dosis de las vacunas.
La vacuna
contra el Sars-Cov-2/Covid-19 ha traído consigo esperanza para combatir la
pandemia derivada del virus, sin embargo, también el interés de los grupos
delictivos internacionales, debido que el poseer estas vacunas supondría
una mayor capacidad de injerencia en las zonas donde se ubiquen.
Debido
a esto, la Interpol insta a los países a mantener vigiladas las cadenas
logísticas, pues no se puede descuidar el resguardo de las vacunas que
pretenden beneficiar a la población. Las redes de vigilancia deben centrarse
tanto en el espacio físico de resguardo y logística, como en el ciberespacio a
través del monitoreo de publicidad engañosa y fraudulenta.
La
organización lanzó por ello la Alerta Naranja, indicando que hay probabilidad de
falsificaciones, robos y publicidad ilegal, generando un riesgo tanto de
seguridad pública como un riego a la salud, pues en caso de que se
administrasen vacunas sin los debidos cuidados en las que deben de estar, los
efectos llegarían ser adversos.
“Las redes delictivas también dirigirán sus
amenazas contra ciudadanos confiados, utilizando sitios web fraudulentos y
anunciando remedios falsos, lo que podría suponer un grave peligro para su
salud e incluso para sus vidas”, resaltó Jürgen Stock.
A
su vez, se busca que se mantenga un control sobre las pruebas que se realizan
para detectar el Covid-19, pues también existen pruebas fraudulentas.
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