Foto: CHRIS KLEPONIS
/ POOL / EFE
Por: Arón Miguel Hernández Martínez
El pasado domingo 15 de noviembre, Donald Trump reconoció a
través de Twitter que Joe Biden había ganado las elecciones, sin embargo, esto
no ha cambiado que exista todavía un “bloqueo” por parte del presidente para el
equipo de Biden, lo que compromete una transición adecuada y que puede poner en
peligro también la seguridad nacional de Estados Unidos por cada día que pase
bloqueado el equipo.
Si bien el presidente Trump publicó en Twitter que reconocía
que había ganado Biden, también puso que había sido porque había sido una
elección “arreglada”, como lo ha manifestado a lo largo de toda la campaña y en el
recuento de votos, lo que no ha parado. Después de un tiempo borró el tweet y
luego escribió “gané la elección”.
Aunque Trump afirma (sin fundamentos) que siempre se vivió
una elección fraudulenta, lo cierto es que el propio Consejo de Coordinación
Gubernamental de Infraestructura Electoral afirmó que "no hay evidencia de
que algún sistema de votación haya eliminado o perdido votos, haya cambiado
votos o haya sido comprometido de alguna manera".
Esto se junta con la declaración de varios funcionarios
electorales que señalan que aparte de haberse registrado la mayor cantidad de
votantes en los comicios del 3 de noviembre, también han resultado ser “las
elecciones más seguras en la historia de los Estados Unidos”, esto no detiene
que se mantengan todavía en revisión y comprobación los votos.
Lo que ha provocado esta declaración de Trump es que miles
de personas hayan salido el fin de semana a protestar en contra de la
legitimidad de las elecciones, una acción que Trump ya había anunciado en caso
de no ganarlas, como consecuencia las manifestaciones se extendieron con diferentes escalas de
organización, desde las que únicamente exigían que se reconozca a Trump, hasta
las que hicieron uso de la violencia.
Para reforzar las movilizaciones a su favor, Donald Trump
incluso saludó a varios manifestantes que estaban cerca de la Casa Blanca el
día sábado, lo que promueve que la transición sea cada vez más caótica e
incluso puede empezar a ser un riesgo de seguridad nacional.
Lo anterior debido a que el bloqueo que ha realizado al
equipo de transición de Biden, no le ha permitido acceder a los fondos que por
ley debe de recibir (alrededor de 6 millones de dólares), así como la falta de
acceso a información prioritaria sobre seguridad (amenazas latentes y futuras)
donde incluso ya varios senadores republicanos han propugnado a que Biden tenga
acceso.
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