Si uno busca estadísticas de los casos, puede notar que de los países más afectados en su mayoría son occidentales y los países de Asia mantienen tasas de contagio realmente bajas o como el caso de Taiwán que mantuvo una racha de 200 días sin ningún caso doméstico.
¿Cuáles han sido las estrategias que han seguido países como Corea del Sur o Hong Kong que los han llevado a tener una tasa tan baja de contagios?
Rastreo de contagios “agresivo”
El gobierno de Corea del Sur inició un programa para asegurar que cada que un caso nuevo ocurriera, se pudiera localizar a la gente con la cual tuvo contacto para que estas pudieran hacerse una prueba, ser aisladas y/o tratadas. Esta medida daba al gobierno el poder de acceder a la información de las personas, como registros de la tarjeta de crédito y localización vía celular.
Por su parte, Hong Kong lanzó una plataforma la cual los usuarios registran su visita establecimientos mediante un código QR, y en caso de que su visita coincidiera con algún contagiado, estos usuarios serán notificados y se les proporcionarán instrucciones sobre qué hacer al respecto.
Sin embargo, existe cierta crítica por parte de occidente hacia los países asiáticos y sus medidas. Una de las primeras quejas es la privacidad de los datos personales y el “estricto control” sobre los ciudadanos que puede ser percibido como autoritario. Otros incluso han estereotipado a los asiáticos como “obedientes debido a sus tradiciones confucianas”, lo cual ha generado molestias en algunos usuarios de redes sociales en Asia.
Raphael Rashid, freelancer y columnista en “The startup”, menciona en su columna de opinión que “situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales” y al igual que muchos asiáticos, no considera que se estén violando sus derechos al dar su información si esto ayuda a salvar por lo menos una vida. Además, considera que las medidas de confinamiento a las que se han sometido los países occidentales son aún más autoritarios, ya que la libertad de movimiento ha sido restringida.
En Asia la gente puede moverse en las calles, puede ir al cine, restaurantes y cafeterías, todo esto con el uso de cubrebocas y las respectivas medidas sanitarias.
La experiencia asiática nos ofrece una forma eficiente de enfrentar la pandemia y también abre el debate para que nos replanteemos qué medidas son realmente autoritarias y limitan las libertades de los individuos.
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