Foto: Cultura Colectiva.
¡Feliz día de brujas! Durante las últimas entregas de este especial de terror se ha hablado de espíritus, fantasmas y hombres lobo, todo para calentar los motores de esta celebración de Halloween y Día de Muertos. No obstante, para cerrar con broche de oro, terminaremos con las criaturas más temidas y estudiadas en la literatura: los vampiros.
El Vampiro, de John William Polidori
El escritor británico, creador del género del vampiro romántico, ideó y escribió este relato en las famosas noches que pasaron él, Lord Byron, Mary y Percy Shelley en la Villa Diodati. En el reto que se propusieron los escritores de escribir relatos de terror, Shelly escribió a Frankenstein y Polidori escribió a este vampiro que se tomaría como modelo para muchos relatos más (incluyendo Drácula). Polidori narra la historia de Aubrey y Lord Ruthven, sus viajes y desventuras… así como la tragedia que los persigue.
Varney, el vampiro o El festín de sangre, de James Rymer y Thomas Prest
Una novela que a la fecha se sigue estudiando y comprendiendo, la cual presenta muchos de los atributos que le adjudicamos a estas criaturas en la cultura popular, es una que no te puedes perder. La larga historia sigue a Varney, las molestias que le termina ocasionando a la familia Bannerworth y los acontecimientos por los que atraviesan. La edición original contaba con 868 páginas a doble columna, divididas en 220 capítulos; así que prepárate para un viaje largo junto a este no muerto.
Drácula, de Bram Stoker
Posiblemente el vampiro más famoso de la historia, fue publicado en 1897 por el irlandés Bram Stoker, y desde ese entonces no se ha quitado de circulación ni un año. Es bien sabido que el autor fue inspirado por las historias del príncipe Vlad III de Valaquia (hoy Rumania), y que a la fecha es el molde al que la mayoría de los vampiros modernos se acoplan. El libro tal cual está narrado en forma de los diarios de los personajes, principalmente Jonathan Harker y Wilhemina Murray, quienes son los huéspedes en la casa del Conde Drácula… y comienzan a notar el extraño comportamiento de su anfitrión.
Vlad, de Carlos Fuentes
Si bien en el boom latinoamericano de escritores no se dio mucho el género del terror, sí que hubo una honrosa excepción hecha por el mexicano Carlos Fuentes. A través de una novela corta, Fuentes trae el mito a la realidad de su país: “Hay un vampiro en la Ciudad de México. Necesita sangre. Quiere tu vida. Desea a la persona que amas. Y no te quitará sólo eso” reza la ominosa sinopsis.
El misterio de Salem’s Lot, de Stephen King
El rey del terror contemporáneo dio los primeros pasos en su carrera acompañado de esta criatura que ha fascinado a escritores a lo largo de varios cientos de años, siendo el segundo libro que el autor publicó. La premisa sigue a Ben Mears, quien es acosado por sus pesadillas tras haber entrado a la casa de los Marsten, aún en su adultez. Años después regresa a su pueblo natal, Jerusalem’s lot, cuando los niños perdidos y los asesinatos de animales han hecho huir a los pobladores.
Entrevista con el vampiro, de Anne Rice La escritora concibió lo que hoy es un clásico en el género durante 1973, sin ser publicado hasta 1976. Narrando la historia de Louis de Pointe du Lac y su encuentro con Lestat de Lioncourt en este primer libro, Rice consiguió idear una historia que rompiera los cánones vampíricos realizados hasta ese momento y crear un vampiro que era muy humano.
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