Este martes se llevó a cabo en la Universidad de Case Western Reserve, Ohio, el primer debate para la presidencia de los Estados Unidos entre el presidente y candidato republicano, Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden.
El debate, moderado por Chris Wallace, presentador de Fox News, fue percibido como un completo caos por la mayoría de los analistas y periodistas, esto debido a la poca voluntad del presidente Trump por respetar el tiempo de Biden al micrófono y la poca habilidad de Wallace de conciliar ambas partes.
Sin duda, lo más destacado del debate fueron las constantes interrupciones de Trump hacia su rival, quien después de perder el hilo en algunas ocasiones y de tratar de seguir su discurso, explotó con la frase "¿Quieres callarte, hombre?".
Entre las interrupciones y ataques por parte de Trump, destacan el haber acusado a Biden de socialista argumentando que el candidato demócrata quiere desaparecer los seguros médicos privados. Ante esta acusación, Biden solo respondió que eso es mentira y que su plan médico consiste en ampliar el Obama care para que más ciudadanos tuvieran acceso a él.
Sumado a lo anterior, Trump trató de ridiculizar a su rival por usar todo el tiempo cubrebocas, declarando: “Tengo cubrebocas, tengo uno aquí mismo, pero no lo uso como él, cada vez que habla tiene un cubrebocas. Puede estar a 200 pies de distancia y lleva el cubrebocas más grande que hayas podido ver”. Ante esto, lo único que respondió Biden fue que los cubrebocas “hacen una gran diferencia”.
Una de las movidas más bajas que hizo Trump fue atacar directamente a los hijos de su rival, Beau y Hunter. Esto ocurrió cuando Biden trató de defender al ejército de declaraciones que Trump había hecho sobre las Fuerzas Armadas, llamándolos “perdedores” y “simplones”, sin embargo entró en el terreno personal haciendo alusión a su hijo Beau, fallecido en 2015, declarando “Mi hijo estuvo en Irak, estuvo un año ahí, le dieron Estrella de Bronce, recibió la Medalla de Servicio Conspicuo, él no era un simplón, él no era un perdedor y la gente que se quedó detrás son heroes”. Trump no esperó a que Biden terminara su frase para contraatacar y comenzó a cuestionarle si se refería a Hunter, su otro hijo, sobre quien declaró que “Hunter fue echado del ejército... fue echado, fue separado de su cargo de forma deshonorable por uso de cocaína y no tuvo un trabajo hasta que tú fuiste vicepresidente. Hizo una fortuna en Ucrania, en China, en Moscú y en muchos otros lugares”. Biden no pudo responder más que “eso no es cierto” y reconoció que al igual que muchos estadounidenses su hijo tuvo un problema de drogas, pero que ya se ha reformado y que está orgulloso de él.
Otro momento que destacó en debate fue cuando el moderador le preguntó a Trump sobre el reportaje del New York Times, en el que se revelaba que este no había pagado impuestos en 10 de los últimos 15 años y que en sus dos primeros años como presidente, sólo había pagado 750 dólares por año. La pregunta fue específicamente “¿Es verdad que pagó 750 dólares por concepto de impuesto sobre la renta en esos dos años (2016 y 2017)?”. Sin embargo, Trump decidió evadir la pregunta y se limitó a decir que había pagado millones de dólares en impuestos.
Una declaración bastante preocupante fue cuando se le preguntó a Trump si estaba dispuesto a condenar al supremacismo blanco y a los grupos de milicia. No sorprendió que el presidente evadiera la pregunta pidiendo al moderador que dijera nombres de organizaciones a las cuales condenar, sin embargo, lo realmente preocupante surgió cuando Biden soltó el nombre de los Proud Boys -un grupo de ultraderecha conformado sólo por hombres con un historial de violencia en las calles contra grupos de izquierda- lo cual hizo reaccionar a Trump declarando “Proud Boys, retrocedan y esperen. Pero te digo algo (hacia Biden), alguien tiene que hacer algo con los antifas y la izquierda, porque esto no es un problema de la derecha, esto es un problema de la izquierda”.
En este primer debate, es difícil determinar un ganador, ya que no cumplió su principal función, informar al público sobre las propuestas de los candidatos, sino todo lo contrario, ya que muchos de los ciudadanos se declararon confundidos. Según una encuesta de YouGov, el 69% de los espectadores se sintió molesto por el debate, 17% se sintió informado; de igual forma, el 83% consideró que este debate como negativo y un 17% como positivo. A pesar de esto, los resultados en las encuestas no se hicieron esperar y la diferencia entre Biden y Trump es mínima.
Joe Biden - 48%Donald Trump - 41%— YouGov America (@YouGovAmerica) September 30, 2020
En conclusión, este debate bien puede servir para mejorar los futuros encuentros entre los candidatos o para vaticinar la dinámica en la que estos van a ser llevados a cabo. El encuentro también es un reflejo de cuán polarizada está la sociedad estadounidense derivado de la pandemia y de problemas sociales que se vienen acarreando desde hace años y que no han sido atendidos, como el racismo, la brutalidad policial y el enfrentamiento entre grupos conservadores y liberales.
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