© Elvis González / EFE |
Por Flores Osorio Carla Andrea
El próximo domingo 25 de octubre los chilenos
elegirán el futuro de su país con la realización del plebiscito para una nueva
constitución, este proceso de votación tendrá sus medidas sanitarias en
respuesta a la pandemia de Covid-19.
Este plebiscito llega después de las intensas
protestas que fueron realizadas el año pasado, iniciadas por el aumento en el
transporte público que provocó descontento en los estudiantes. Fue aumentando
la participación de otros sectores chilenos, mientras la policía oprimía las
protestas y aumentaba la tensión entre el Gobierno y la población.
Los ejes que rodean las protestas son: la gran
desigualdad, las pocas medidas que ha tomado el Gobierno para combatir las
problemáticas del país, la falta de políticas de seguridad a la población
chilena y las manifestaciones lideradas por los estudiantes.
¿Qué se va
votar el 25 de octubre en Chile?
Se va realizar una consulta ciudadana, donde se
decidirá si se aprueba o rechaza la redacción de una nueva constitución para la
nación.
Tendrá una segunda pregunta sobre qué órgano
deberá ser el encargado de redactar la nueva constitución: si Convención Mixta Constitucional,
integrada por un 50% de parlamentarios y un 50% de ciudadanos o una Convención Constitucional, un órgano
plenamente elegido entre los ciudadanos.
¿Por qué
Chile busca una nueva constitución?
Esto se debe porque la constitución actual de
1980 entró en vigor durante la dictadura de Augusto Pinochet. Su contenido ha
sido muy criticado principalmente porque fue aprobada por una junta militar sin
la consulta ciudadana.
Aunque ha sufrido reformas desde el fin de la
dictadura, mantiene esa esencia militar, además que el contenido desplaza a la
sociedad civil.
Durante la dictadura de Pinochet se aplicó por
primera vez el modelo neoliberal, lo cual marcó una gran brecha económica entre
la población aún teniendo un crecimiento económico.
¿Qué se
busca plasmar en la “nueva constitución?
En primera instancia, no tendrá como precedente
la Constitución de 1980. Se busca que sea una hoja en blanco y cumpla con las
demandas de la sociedad chilena. A su vez, busca mayor democracia en todos los
sectores poblacionales: desde estudiantes, hasta sectores más vulnerables.
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