El combustible creado funciona para abastecer estufas domesticas
Fuente: CONACYT prensa |
El doctor Gabriel Luna Sandoval, investigador de la
Universidad Estatal de Sonora (UES), egresado del Instituto Politécnico
Nacional como ingeniero mecánico y que realizó su estancia doctoral en Energías
Renovables para Aplicaciones Espaciales, en la Universidad Politécnica de
Cataluña España, experimentó con orina en una celda de la que habitualmente se
obtiene hidrógeno del agua. Tras varias adecuaciones, logró que el dispositivo
lograra producir biocombustibles, el cual puede utilizarse en estufas de uso
doméstico y energía eléctrica.
Este logro le consiguió al científico, radicado en San Luis
Río Colorado, la patente de su invento y el interés del sector privado para
producirlo de manera industrial en México y el extranjero.
El doctor Gabriel explica que de cinco mililitros de orina
se genera un litro de biogás, de manera que una familia de tres personas puede
producir, a través de su orina, el hidrógeno necesario para usarlo como
combustible a lo largo de una semana. En promedio, cada ser humano sano genera
al día 1.4 litro de orina, la cual se encuentra compuesta por sustancias de
desecho segregadas por el cuerpo.
Para obtener hidrógeno se emplea el procedimiento de
electrolisis, en el que la celda de 20 centímetros cuadrados recibe la orina y mediante dos electrodos, se hacen pasar 12
voltios de energía fotovoltaica; es decir, luz solar es almacenada en una
batería para el momento en el cual se requiera utilizarla. De esta manera, se
obtiene de la orina una molécula de urea y una más de agua, de las cuales se
desprenden dos moléculas de oxígeno y seis de hidrógeno, mismas que sirven como
combustible.
“Al principio no fue fácil porque en la electrolisis la
orina ni se comporta como el agua, ya que contiene sales y solidos orgánicos
que se adhieren a los electrodos de la celda y dificultan llevar a cabo el
proceso. La orina es un electrolito natural, tiene compuestos orgánicos, esa es
la diferencia”.
“Entonces, lo que se hace es limpiar la orina antes de
usarla a fin de quitar los sedimentos y aprovecharla de esta forma”, detalló el
científico mexicano.
Después de numerosas pruebas con las celdas para conseguir hidrógeno
del agua, se hicieron las modificaciones pertinentes y se logró el desarrollo
deseado para el uso de la orina, esto le dio la patente en marzo de 2016.
El siguiente paso de este dispositivo es que se practicó,
portable (del tamaño de una pequeña maleta) para que así se pueda adaptar a las
diferentes necesidades y no solo a las del hogar. El investigador mexicano no
descarta la posibilidad de iniciar un Spin Off, es decir, una empresa propia en
la cual se obtengan ganancias para la universidad Sonorense.
Fuente (Agencia ID)
0 Comentarios